Fuente. Fundación Telefónica

El 80% de los líderes empresariales creen que las soft skills son cada vez más relevantes, indica el Informe de la Sociedad Digital en España 2019. De la flexibilidad a creatividad, pasando por la resiliencia y la learnability… Te contamos cuáles son las habilidades interpersonales que tienes que entrenar para tener éxito en tu búsqueda de trabajo, según los expertos en empleo y educación.

Aunque las competencias tecnológicas son clave para ser atractivos en el mercado laboral actual, cada vez más expertos destacan el papel relevante de las soft skills, aquellas competencias relacionadas con la personalidad del profesional, su carácter y la forma en la que se relaciona y comunica con los demás. Estas habilidades complementan los conocimientos técnicos y son igual de necesarias para conseguir trabajo en este momento. ¿Quieres saber cuáles son? No dejes de leer.

1. Flexibilidad y adaptabilidad

La flexibilidad es la soft skill más importante en un entorno caracterizado por cambios rápidos y constantes. Las empresas necesitan profesionales capaces de encarar la incertidumbre, adquirir conocimientos en varias disciplinas y actualizarlos todas las veces que haga falta. En Telos 113, Óscar García, fundador y CEO de First Workplaces, plantea un nuevo modelo de oficina basado en la flexibilidad y el talento de sus trabajadores.

2. Inteligencia emocional 

Estamos acostumbrados a separar lo personal de lo profesional. Sin embargo, nos guste o no, las emociones forman parte del día a día de la oficina. ¿Por qué entonces no sacarle partido? El psicólogo y periodista Daniel Goleman, quien dio a conocer el término ‘inteligencia emocional’, la define como “la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los de los demás, de motivarnos y de manejar adecuadamente las relaciones”. Comprender y manejar de forma eficaz las emociones propias y las ajenas, la escucha activa, el correcto manejo del lenguaje corporal o la empatía son otras de las habilidades que pueden ayudarte en tu éxito laboral.

3. Pensamiento crítico

Saber reflexionar sobre una situación, un dato, un objetivo profesional; analizar las cosas desde diferentes puntos de vista; discernir la información relevante; pensar de forma autónoma; cuestionar modelos preestablecidos. El pensamiento crítico es una habilidad dinámica necesaria para innovar dentro de la empresa y contribuir a su crecimiento. Y no solo eso, ser críticos hasta nos hace más optimistas. Por eso, es tan importante enseñar y practicar esta habilidad desde las primera etapas educativas. Como si fuera una asignatura más.

4. Resiliencia

Empezamos a oír hablar de resiliencia en los momentos más dramáticos de la crisis económica global. En realidad, el significado de esta palabra permanece prácticamente intacto desde la Antigua Roma: en latín, resilīre significa ‘saltar hacia atrás, rebotar’, ‘replegarse’. Se refiere a la capacidad de un material, mecanismo o sistema para recuperar su estado inicial, una vez cesada la perturbación a la que haya estado sometido. Trasladado al ámbito personal, la resiliencia es la capacidad para recuperarse de la adversidad. Una habilidad que podemos entrenar a lo largo de nuestra vida, pues es muy importante para encarar las adversidades que el trabajo puede suponer. Por ejemplo, permite a los empleados asumir las situaciones límite que se dan en el entorno laboral, sin dejarse vencer por ellas.

5. Asertividad

Es la habilidad de comunicarse de forma clara y directa, pero adecuada, sin buscar herir u ofender a la otra persona. La asertividad es clave para decir ‘no’, defender tus derechos o expresar una opinión contraria o una queja, pero resulta útil también para dar reconocimiento al trabajo bien hecho sin que suene falso o formal. En otras palabras, la asertividad nace de una actitud serena, honesta y equilibrada y favorece la convivencia, las relaciones sociales y, finalmente, un buen ambiente de trabajo.

6. Trabajo en equipo

Trabajar en equipo aporta riqueza al proyecto, sobre todo si convergen personas de diferentes culturas, estudios o géneros. Además, distintos estudios de psicología social han demostrado que la presencia de otras personas influye positivamente en el trabajo individual. En equipo, trabajamos más rápido y más motivados. Por eso, ser colaborativos y capaces de anteponer el bien común (del equipo o de la empresa) al propio es una de las cualidades más requeridas en las ofertas de empleo.

7. Creatividad 

“¿Qué tal si dedicamos, por lo menos, un 20% del tiempo que se pasa en las aulas a aprender, a la creatividad, la resolución de problemas reales, a lo que los estudiantes quieren hacer?”. Es lo que afirmaba en enlightED 2019 Esther Wojcicki, fundadora del Programa ‘Media Arts’ en Palo Alto High Schools y referente mundial en educación. La creatividad ha dejado de ser una habilidad exclusiva de las profesiones artísticas para convertirse en una de las más demandadas por todo tipo de empresa. No es de extrañar. La progresiva automatización de las tareas rutinarias ha disparado la demanda de profesionales capaces de hacer lo que las máquinas no pueden. Como por ejemplo aportar ideas y soluciones innovadoras o diseñar nuevos modelos de negocio.

8. Aprender a aprender (learnability)

“Es hora de dar una nueva mirada a cómo motivamos, desarrollamos y retenemos a los empleados”. Mara Swan, Vicepresidenta Ejecutiva de ManpowerGroup, Estrategia Global y Talento, es la creadora del término learnability, una habilidad clave para las empresas en un momento marcado por el cambio constante. La learnability es “el deseo y la capacidad de crecer rápidamente y adaptar el conjunto de habilidades para seguir siendo utilizable durante toda su vida laboral”. Esta skill no tiene tanto que ver con lo que hemos aprendido, sino con la disposición por aprender y actualizar nuestros conocimientos a medida que cambien las circunstancias.

9. Resolución de problemas 

Primero hay que ser efectivos a la hora de identificar un problema, evaluando aquellos aspectos del trabajo que se podrían mejorar, hacer más eficientes o rentables. En segundo lugar, hay que saber contextualizar el problema, con datos y opiniones relevantes. Luego hay que buscar no una solución, sino muchas y sopesar las consecuencias de cada una. Finalmente, hay que elegir la más conveniente e implantarla. En esta competencia convergen tanto habilidades creativas como las estrictamente organizativas. Es la cuadratura del círculo. No extraña que los profesionales que tienen bien entrenada esta habilidad sean muy cotizados en el mercado laboral.

10. Proactividad

Esta habilidad también tiene mucho que ver con la resolución de problemas, la organización y la creatividad. Un profesional proactivo es un profesional capaz de categorizar y priorizar sus tareas, poniendo atención en los detalles. Pero no solo esto, siempre mira un poco más allá de las tareas que se le asignan, buscando oportunidades, proponiendo ideas y adelantándose a los errores y los problemas. Y tú, ¿eres proactivo?

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