Autor. Santiago Álvarez de Mon
«El mejor líder es aquel que pregunta». Esta podría ser una de las frases que mejor resumen la intervención de Santiago Álvarez de Mon, profesor del IESE Business School y prestigioso experto en liderazgo, ‘management’ y comportamiento organizacional, esta misma mañana en el World Business Forum 2021 de Madrid, del que El Confidencial es ‘media partner’ oficial otra edición más. «Hay directivos que tienen más miedo a ese cara a cara con sus empleados que a una charla delante de 200 personas», sentenció en un discurso en el que reivindicó los valores necesarios para liderar un equipo haciendo alusiones a distintas personalidades culturales, como Albert Einstein, Howard Gardner o Viktor Frankl, y también a partir de metáforas deportivas, usando a Pau Gasol y Rafa Nadal, hacia los que confesó sentir un profundo afecto y amistad.
«Cualquier reflexión sobre liderazgo tiene que partir de la realidad, de algo que la transforme», arrancaba su exposición, poniendo de ejemplo a los niños y su proceso de aprendizaje natural. «Nosotros, con los años, se interpone entre nuestra mirada y el mundo una serie de filtros, sesgos y prejuicios. Una vez observo esa realidad, descubro que es incierta», aseguró, recurriendo a la metáfora de ‘Coplas a la muerte de su padre’ de Jorge Manrique de la vida que discurre como un río. «Lo inherente al río es el movimiento, el cambio», aseguró, conectando también con el filósofo griego Heráclito y extendiendo la comparación con la pandemia del coronavirus: «La incertidumbre, que en la crisis sanitaria alcanzó niveles máximos, ha llegado para quedarse».
«Me encuentro a muchos empresarios aferrados al paradigma del control, y cuando quieres controlarlo todo es cuando más suele fallar»
Esta incertidumbre es, precisamente, a la que temen muchos directivos y grandes ejecutivos, poco acostumbrados a ver el movimiento del cambio. «Tantos programas de gestión del cambio… y lo más arriesgado al final resulta ser el hecho de aferrarse al ‘statu quo’, el mundo que vivimos está en constante y vertiginoso cambio», aseveró Álvarez de Mon. «Me encuentro a mucha gente aferrada al paradigma del control, y cuando quieres controlarlo todo es cuando más suele fallar».
El experto prosiguió su discurso analizando el concepto de talento, basado en la noción de las inteligencias múltiples de Howard Gardner. «No podemos hablar de una inteligencia en singular, sino en plural», recalcó. «Todos los que me escucháis sois muy inteligentes para ciertas cosas y muy discapacitados para otras«, en referencia a que en ocasiones solo se percibe el talento cuando un individuo es muy bueno solamente en una materia, que normalmente implica un gran razonamiento, y no en aquel que puede ser bueno «escribiendo poesía, a lo que respondemos que es muy sensible».
El éxito y el fracaso
«Los grandes campeones que he conocido, como Gasol o Nadal, ganan muchas veces porque tienen muy presente la posibilidad de perder», agregó Álvarez de Mon, quien también disertó sobre las nociones de éxito y fracaso aplicadas al mundo empresarial y vital. «Cuando confundes el error con la sensación de fracaso…, el problema no es fallar una vez, sino persistir una segunda, una tercera o una cuarta, hasta el punto de postergar el aprendizaje que se necesita y negarlo. Hay demasiados adolescentes con calva y tripa que no se responsabilizan de sus errores, siempre buscan un chivo expiatorio».
«El yo en su humildad e inteligencia se hace rápidamente partícipe de algo, mientras que el ego no ve más allá de su ombligo»
Precisamente, sobre la responsabilidad también dirigió al público atento una serie de inspiradoras frases. «El futuro no pertenece a llaneros solitarios, sino a los equipos solidarios», añadió el profesor del IESE Business School. Sin embargo, «hay muchos ejemplos en los que el equipo resta más que suma». Para evitar esto, hace falta que todos los miembros adquieran la responsabilidad consigo mismos y los demás que el resto espera o exige, poniendo el ejemplo de Winston Churchill cuando Hitler estaba a punto de invadir Inglaterra y él reunió a su equipo y dijo: ‘Señores, no espero de ustedes que estemos de acuerdo, lo que espero es una intervención de altura por su parte’. Y añadió que «la lealtad a un equipo de dirección se basa en la libertad de opinión», pero que, «una vez se ha llegado a una decisión colectiva, aunque no estés de acuerdo, has de hacerla tuya».
Álvarez de Mon insistió en que «la responsabilidad debe ser compartida», la cual según él no deja de ser «un atributo personal e intransferible». Y regresó a su amigo Pau Gasol para exponer que su talento no sería nada si solo jugara para él mismo y no diera su mejor versión a los demás. «El yo en su humildad e inteligencia se hace rápidamente partícipe de algo, mientras que el ego no ve más allá de su ombligo», señaló. Por ello, el buen líder es aquel que escucha y pregunta, aquel que siente empatía hacia su equipo y no piensa en sí mismo, ejerciendo un delirio narcisista, sino en los demás y en aquellos que le rodean.
El experto también citó a Victor Frankl y su famoso libro ‘El hombre en busca de sentido’ para indagar en otra de las condiciones para tener éxito en una organización y también aplicarlo a la vida personal y privada: el optimismo de la libertad. De acuerdo con sus palabras, en las peores condiciones humanas (como la que atravesó Frankl, estando aislado en un campo de concentración nazi esperando la muerte), tenemos un poder de decisión sobre nuestros actos y pensamientos.
«Entre medias está la libertad, y yo elijo responder libremente ante mis problemas», espetó Álvarez de Mon. «Hay gente que decide apagarse, yo trabajo con los que deciden vivir. Las personas que siempre dirigen su atención hacia lo que no tienen están amargadas. Pero hay gente que tiene una mentalidad de abundancia y ve mucho en lo poco que tiene. Los cenizos son animales altamente peligrosos, nunca veréis a uno solo, ya que ese pesimismo es muy contagioso«. También puso en valor otras actitudes necesarias para el éxito empresarial y personal, como por ejemplo la humildad o el sentido del humor.