Fuente. Karla Rivas
La historia se cuenta sola, si antes la conectividad era importante, con la pandemia se volvió vital. En el camino pudimos ver la transformación digital de las empresas que confiaban sus ventas al rendimiento de su marca en las pantallas, así como a usuarios (algunos más digitales que otros) tratando de adaptar su día a día al entorno digital.
Pero luego de un año y un par de meses de esta situación, podemos concluir que las empresas apostaron a la digitalización para adaptarse y sobrevivir, pero no solo tenían que lidiar con un vuelco en su forma de operar sino también con la gestión de sus colaboradores, cada uno con sus propios retos personales, para que pese a todo dieran lo mejor de sí para poder salir juntos adelante.
La perspectiva del colaborador también cambió. La valoración de la empresa por cómo esta cuidaba la salud física y mental de su público interno y de sus familias fue clave. Las empresas permanecen en un constante proceso de comprensión de la situación de sus colaboradores, sus preocupaciones, necesidades, metas y ambiciones, no es posible de otra manera acompañarles integralmente y avanzar.
Pese a que el virus continúa y las organizaciones ya encontraron una nueva manera de trabajar, es el momento en el que las empresas están en el proceso de reinvención para seguir siendo competitivas e impulsar un crecimiento sostenible. Muchas están abandonando el plan de emergencia para incorporarlo, con las mejoras necesarias, a su plan estratégico para ser exitosas en la pospandemia.
En este nuevo plan, la digitalización, la gestión del talento y la sostenibilidad son pilares importantes en los que se sostiene la estrategia empresarial. Las empresas que invierten en tecnología durante la pandemia crecen cinco veces más rápido, según un estudio de la consultora Accenture llamado ‘Make the Leap. Take the Lead’ ¹ (Da el salto, toma el liderazgo), basado en encuestas a 4,300 profesionales de las tecnologías de la información de 20 industrias y 25 países, donde el 11 % de los encuestados trabajaba en empresas líderes y un 36 % en rezagadas.
En lo que respecta a las compañías líderes, han aumentado su inversión en seguridad en la nube en más del 70 % y un 68 % en tecnologías de nube híbrida. La gran mayoría (otro 70 %) también ha apostado por destinar mayores cantidades al Internet de las Cosas e inteligencia artificial y un 59 % ha financiado iniciativas de aprendizaje automático.
En cuanto al talento, estas empresas además se han diferenciado de las rezagadas en una apuesta por la flexibilidad de los empleados, ya que el 63 % tiene alguna política al respecto, frente al 43 % de los rezagados. La flexibilidad e innovación en los procesos de contratación e inducción, el trabajo remoto, la medición de resultados, la capacitación y mapa de crecimiento, todo combinado con el fortalecimiento de la cultura empresarial y los nuevos retos que enfrentan los equipos, son prioridad en un momento en que las personas son la principal fortaleza de las organizaciones.
La sostenibilidad llega a amalgamar digitalización y talento para hacer que la estrategia perdure en el tiempo de manera responsable, cuidando los impactos ambientales, generando impactos económicos y sociales positivos y garantizando que la empresa salga de su estado de «crisis» a «estabilidad» con resultados confiables y sostenibles en el tiempo.